ENTREVISTA
Dialogamos con Bernardo Gómez, criador de canarios, le contamos un poco sobre esta actividad sorprendente y un poco desconocida. “Los canarios me han dado tantas satisfacciones…”
E.A.: ¿Cómo y cuándo se le ocurrió empezar con la cría de canarios?
B.G.: Siempre me gustaron los pájaros. En un momento, un pariente de Campana me invita a ir a un criadero que estaba en Pergamino, me pidió que lo acompañara. Y fui. Cuando llegué a ese lugar, me quedé impactado, pues no era algo que yo estaba acostumbrado a ver. Eran aproximadamente 2000, 3000 canarios, y me quedé enloquecido. Y a partir de ahí, me picó el bichito de los canarios, por ver algo más profesional de lo que yo estaba acostumbrado, y arranqué de esa forma. Este señor, el dueño del criadero, cuyo apodo es Picucho, me abrió todas las puertas, me brindó todo su apoyo. Su nombre es Sergio Vergini de Criadero El Picucho, que se encuentra en Newbery 2169 de la ciudad de Pergamino.
E.A.: ¿Y ahí tuvo su primer canario y su primera jaula?
B.G.: Todo lo me dio este señor. El primer día que lo conozco, me preguntó si me gustaban los pájaros. Y ahí nomás me preparó dos yuntas. A lo que contesté que yo no tenía dinero para pagarlos, entonces él me dijo, si te gusta llévatelos, yo sé que algún día me lo vas a pagar. Así que fue el puntapié inicial, en el año 2008. Empecé con dos yuntas, él me facilitó la jaula, y ahí empecé a aprender a criar.
E.A.: ¿Hay muchas clases de canarios?
B.G.: Hay infinidad de colores y clases de canarios, y continuamente van saliendo mutaciones nuevas, el cruce de un color con otro. El cruzamiento lleva un tiempo hasta que te aprueben esas mutaciones, después de tres años, es ahí pasado ese tiempo que te aprueban la mutación.
E.A.: ¿Pertenecen a alguna agrupación?
B.G.: Nosotros, aquí en nuestra ciudad, arrancamos perteneciendo a FAC, la otra que hay en la Argentina es FOA. Estuvimos 8 o 10 años junto con Arrecifes, luego hace 2 años surgió de formar una sociedad en nuestra ciudad, perteneciendo a FOA. Nos independizamos de Arrecifes, y formamos algo nuestro, y así surgió ACOS, (Asociación de Canaricultores y Ornitología Sarmientense) que es la sociedad de nuestra ciudad. Empezamos con nada, y de a poquito se logran objetivos. En este momento nuestra asociación está formada por distintos criadores, como Sergio Cremaschi, Luis Noto, Franco Rodriguez, Daniel De Lellis, Carlos Longhin, Alberto Bertran, Alberto Tognoni, Bernardo Gómez, Héctor Mazoni, Adrian Chiriani, Walter Lasavickas, Ariel Agosti, Gustavo Alonso, Osvaldo Cicarella, Luis Bottaro, Pero Tarchini, Daniel Rodriguez, Pablo Poggi, Juan Ramon Bianchi, Roberto Casal, Mariano Hernández, Marcelo Mendoza, Alejandro Reynoso, Daniel Vivanco.
E.A.: ¿Con cuántos canarios contás en este momento?
B.G.: En este momento, tengo 150 canarios. Es un criadero de mediano a chico. Tengo 32 yuntas.
E.A.: ¿Me cuenta un poco de la vida de los canarios?
B.G.: Es un pájaro que vuela poco, y en la vida silvestre se muere, por eso es un animal de cautiverio. Muchas veces la gente te dice, “…no me gustan los pájaros encerrados…” pero el canario libre no subsiste en vida silvestre. En cuanto al tiempo que viven, yo tengo hembras de cría que nacieron en el año 2012, que es mucho tiempo. No es lo mismo el canario que lo tuviste en tu casa cantando, que las hembras que han parido, porque ellas se descalcifican; eso también un orgullo, que puedas tenerlas durante tanto tiempo con vida en tu criadero. Les tengo un cariño especial, y este año una de ellas me dio seis pichones, y encima infinidad de premios. El macho de la hembra se diferencia por el canto. Los machos cantan, las hembras no. Cuando crecen, la hembra se redondea más, el macho se alarga y se estira. En cuanto a su reproducción, cuando llega la época de celo del macho, uno se dá cuenta por la actitud. Porque se quiere lucir, entre todos sus pares. Los separamos los machos de las hembras, y entonces el que está en celo busca pelea, a hacerse ver. Y ahí es dónde uno tiene que saber, darse cuenta para juntarlo con la hembra. Si ves que al principio macho y hembra se pelean, los tenés que separar un poquito, para ver si se desean. Entonces, dentro de unos días, volvés a juntarlos y ahí sucede. Luego la hembra, desde el momento que pone el primer huevo, uno por día, le vamos sacando un huevito natural y le ponemos uno artificial, uno de plástico. Eso se hace hasta el tercer o cuarto huevo. Cuando termina de poner el cuarto, o poniendo el quinto, ahí recién le ponemos todos sus huevos. Esto lo que hace es que, cuando empolla, nacen todos juntos, el mismo día, porque si no, nacerían todos en distinto día. Nacen luego de trece días y le piden comida a la madre, la cual los alimento por el piquito. Hay hembras que crían, y otras que no, a veces por un tema de genética, hay muchos canarios de ojos rojos que no lo alcanzan a ver al pichón, entonces no pueden darle de comer. Y ahí hay que ayudarlos, con una jeringa que se llama embuche. Después, otra opción es llevarlos con madres nodrizas o sustitutas, la sustituta los cría tranquilamente.
E.A.: ¿Existe un mercado? ¿Cómo funciona?
B.G.: Hay particulares que venden canarios, si tiene un nombre en el mercado son buscados. Y si no viene gente para comprar y te llevan todos, se llama al barrer. Adultos, pichones, a un precio mucho más bajo. Al día de hoy un pájaro de criadero, pero al barrer estaríamos hablando de 600 a 800 pesos, es lo más barato. Si tenés un pájaro con premio, podés hablar de $20.000. De ahí para arriba. Puede ser porque son bellos, por la forma, por la postura. Hay algunos que los eligen por los colores, en la exposición se comparan. Si para el juez hay paridad, se toman en cuenta otras cosas. Eso depende de la genética, por el cruzamiento. Después, hay cosas que lo mejoran y suman, las plumas apretadas, el brillo del pelo. La exposición es en junio, julio y el pájaro ya se empieza a preparar ahora, para que esté en óptimas condiciones.
E.A.: ¿Qué es lo que más te gusta de esta actividad?
B.G.: Lo que más me gusta es la crianza, no tanto la exposición. Tenés que llevar un libro de los nacimientos, de la genética, los padres, los hijos, los cruzamientos. Hay que hacer un estudio previo para llegar a un buen resultado. Y después que ese cruzamiento que uno realizó, tenga un premio es una satisfacción muy grande, porque es pura intuición y pálpito. Más cuando venís trabajando con la genética durante 5 o 6 años, con tus propias hembras y tus propios machos. Nadie te asegura si vos comprás un campeón te vaya a dar el campeón.
E.A.: ¿Cuándo es la próxima exposición?
B.G.: Generalmente es a fines de mayo, principios de junio. Esto sucede en las exposiciones llamadas locales. En cada ciudad o sede se hace la local, vienen jueces de otros lados, y el primero y el segundo son los que van a competir en el campeonato argentino, si no te eligen aquí no podés competir. Por eso los pajaritos tienen que estar en óptimas condiciones. A nivel nacional, saqué varios premios, mejor de lo que esperaba, en una ocasión presenté 25 pájaros, saqué 23 premios. Es un mimo.
E.A.: ¿Cómo es el tema de las exposiciones?
B.G.: Las exposiciones a nivel nacional aproximadamente duran 10 días, llevan alrededor de quince mil ejemplares, están abiertas al público en general. Y que tu pájaro tenga un premio, es lo más. Uno de mis premios, que fue en la rama color, con mi ejemplar quedé tercero en la Argentina. Yo no le dedico mucho por mi trabajo, no vivo de esto, pero los canarios me han dado tantas satisfacciones.