LA PARÁBOLA DEL HOMBRE CIEGO
Por Luis Marino Ejarque
Peter Brueghel, pintor renacentista holandés, tiene entre sus muchas obras una que tituló La Parábola del Hombre Ciego… a poco de mirar la obra se ve a hombres ciegos guiando a otros ciegos, con un destino final que es un negro foso del que seguramente no podrán salir.
Si bien la ceguera es la pérdida del sentido de la visión, se homologa tal condición a la imposibilidad de interpretar la realidad, a no tener la capacidad de discernir lo que una cosa o una situación refleja… Entonces es necesario, soslayando la condición biológica de la pérdida, desglosar esa capacidad en dos términos…VER y MIRAR… donde el primero presupone captar el objeto y hacer una interpretación racional de él, mientras que el segundo debe suponer solo dirigir la mirada para que el sentido quede en esa imagen. La diferencia entre ver y mirar nos puede ayudar a interpretar la pérdida de la capacidad de reacción cuando observamos lo que pasa alrededor nuestro pero no VEMOS la realidad y por lo tanto no la interpretamos.
En la crisis pandémica que ocupa nuestro tiempo, pero homologable a cualquier crisis social, tal vez la que arrastrábamos antes de la pandemia, mucho antes, nos hemos ocupado como sociedad de mirar lo que pasaba alrededor e inevitablemente criticar o aplaudir según resultado primario de esas acciones. La reincidencia popular en elegir las alternativas políticas que han producido su decadencia, puede hacerse solamente desde la interpretación de la ceguera popular, donde las mayorías solo han MIRADO y se han enceguecido una y otra vez con propuestas populistas que a poco de asumir han sido traicionadas y a través de la dependencia le han producido la ceguera que les impide VER otras alternativas.
Si la dirigencia política no logra interpretar la realidad para adoptar las medidas básicas de desarrollo humano: Trabajo, Educación y Justicia, estamos en condiciones de aseverar que estamos ante la parábola de Brueghel, “ciegos guiando a ciegos”… Pero a menos que abramos los ojos no podemos dejar de VER, que mientras todos MIRAN la realidad pandémica, muertos de miedo a expensas de políticos que no dudan en introducir el pánico como elemento inmovilizador de la sociedad, y caminamos hacia el abandono de las instituciones, un sector del gobierno se adueña de la república liberando delincuentes, sometiendo a los jubilados a la impúdica reivindicación monetaria del ex vicepresidente Boudou, avasallando la justicia expropiando empresas en estado de quebranto , otorgando a hijos de guerrilleros el privilegio de girar dólares al exterior sin el impuesto “solidario” al que somete a los ciudadanos comunes, haciendo caer causas judiciales a la Sra. Vicepresidente y sus familiares y amigos, y fundamentalmente dejando a los principales organismos de control del estado en manos de un sector político heredado de Montoneros…. y tantas cosas que Miramos pero no Vemos….
La parábola de Brueghel, que data del siglo XVI se adapta perfectamente a nuestra realidad. En ella no aparece ningún vidente que suponga pueda evitar el camino al negro foso… Si aprendemos a VER la realidad tal vez escapemos de esta lúgubre comparación, si no otra obra del genial holandés puede representarnos: “El triunfo de la muerte”.